Swift

Versus: Sailor Moon (1992) - Sailor Moon Crystal (2014)

Corría el año 1992 y una bellísima serie aparecía en todas las pantallas de televisión niponas, por aquel tiempo yo estaba en la guatita de mi mamá y no sabía lo que ese simple hecho significaría en mi vida: Sailor Moon me marcó de tal manera que si no me quisiera lo suficiente como para saber que me vería asquerosamente ridícula usando ese traje de marinerita, de seguro lo ocuparía sin pensarlo dos veces, causando una conmoción del peatón incauto que me viera caminar por las calles.

Era tal mi fanatismo que completé cada álbum que salía del anime, sufría cada desventura y me sentía partícipe de cada batalla. Me compraron el casette con las canciones que salían en la serie, las cuales me aprendí de memoria hasta hoy en día; también gastaron dinero comprándome las películas dobladas al español más coñazo, y lo más sorprendente es que aprendí a emular las voces de los personajes en ese acento tan pornográfico y chillón. Me compré cada revistas en las que salieran las Sailor Scout, y me peleé incontables veces con amigas por quién era Sailor Moon.

Recuerdo que el momento más fuerte y triste de mi primera infancia fue cuando mi madre (mi insensible y descriteriada madre), me dijo enojada que Sailor Moon no existía, que solo era un dibujo animado, debo recalcar que yo estúpidamente creía que Sailor Moon era una persona real, que vivía en Tokio y que desde los 14 a los 16 años nos salvó seis veces de la destrucción total. Para mí era sin dudas mucho más grande que Jesús, por lo que esas duras palabras de mi madre significaron horas de llanto, enojo y frustración, que culminaron cuando mi mamita se cansó y me dijo que era mentira, que Sailor Moon sí existía pero que era un robot, obviamente no le creí, era chica e ingenua, pero nunca weona.

Y así pasaron los años, la serie se dejó de transmitir y quedó como un hermoso recuerdo que puedo revivir constantemente con la magia del Internet. Sin embargo, esta pasividad con la que la veía cada vez que me entraba la nostalgia, se quebró cuando me enteré que harían un refrito de mi serie y que se apegaría más al manga (manga que jamás leí… soy la peor fan). Una nueva ola de felicidad me inundó, volvía sentirme esa niña inocente que creía que se encontraría con una gata parlante con una luna en el centro de la frente, que se convertiría en una despistada heroína de buen corazón, conocería al inútil de Tuxido Mask y que reinaría el mundo en Tokio de Cristal.

Felicidad, felicidad, felicidad. Se retrasó la serie dos años, pero la sensación de espera hizo que mis ganas por verla aumentaran, solo podía saciarme con fanfic inacabados o penosos juegos de rol en vivo con una amiga, en el cual desvirtuábamos el anime en su totalidad.

Y llegó aquel día de julio, y se transmitió en la página oficial el primer episodio del anime a nivel mundial (el cual no vi porque me quedé dormida, necesito mis 12 horas de sueño reparador), y me pareció bastante parecido a la serie original, aunque tengo que decir que el opening es una mierda equiparable con la asquerosa versión del opening gringo de la serie del 92 (dejaré el video al final porque es muy malo), no era lo que esperaba luego de dos años de retraso, pero no me quería quejar. Después vi el segundo y el tercero y el cuarto y los demás hasta el final de la primera parte cuando derrotan al Negaverso de la peor manera del mundo lo cual me hace agradecer nunca haber leído el manga.

Transmitían la serie dos veces al mes y me entregaban ESO, y lo digo en mayúscula y en la forma más despectiva posible. No voy a entrar en materia de manga porque como dije antes nunca lo leí, estoy hablando como una espectadora que vio ambas versiones y ESO es una miegda de las grandes.

La semi profundidad que tenían los personajes en la versión del 92 quedó en cero en la nueva, y lo peor, el personaje que menos me gustaba (Darien/ Mamoru/ Armando o como se diga en su país), en esta versión es el que mejor me cae (mejor no significa que me guste), es el más consecuente y el que actúa menos estúpidamente (aunque sigue actuando como si fuera alguien que constantemente mata sus neuronas con el neoprén más barato). Serena/ Usagi/ Bunny es tan tonta, pero tan tonta que uno tiende a pensar que lo hace apropósito para llamar la atención porque es imposible que alguien sea como ella. Ya no existe esa conexión de amistad que cada uno de los personajes forjó capítulo a capítulo, esto fue reemplazado por un enamoramiento explosivo que todos tienen por Usagi, como si esa inoperancia mental fuera digna de ser amada.

No sé mucho de diseño de personajes ni nada por el estilo, pero la animación, por lo menos los primeros episodios deja mucho que desear, lejos lo más horrible son esos pies hinchados debajo de esos fideos de piernas que tenían al más puro estilo Clamp, pero sin la belleza de Clamp.

Si esto fuera un verdadero versus, las senshi de los 90 le sacarían la cresta a las nuevas guerreras que luchan por el amor y la justicia. Lejos la mejor serie infantil es Sailor Moon, por sí sola, sin el Crystal, porque el Crystal arruinó todo en lo que creía. Ahora solo me queda volver a ver los capítulos repetidos de mi primer anime y censurar en mi mente lo que la actualidad hace con los buenos recuerdos.



Gracias por leer, y me despido, no olviden comentar qué les pareció mi dolido versus o qué opinan de estas versiones, les gusta o no












>>>> Opening estadounidense de Sailor Moon

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